Reflexions sobre l'hort d'en David, membre del grup, i també el fotògraf oficial:
A vista desnuda, un huerto urbano no se ajusta en absoluto a las condiciones de vida modernas
donde se inculcan, casi a degüello,la tecnología y las ganas de gastar.
Así, cuando mi cerebro dijo que basta, que no estaba
dispuesto a seguir alimentándose de espejismos y que hasta aquí habíamos llegado,tuve
que nacer de nuevo y aprender a olvidar. Y las cosas que me hicieron volver
fueron las más limpias de progreso, las más simples;como el huerto –de hortus:
cercado, reducto- del que se derivan
palabras tan preciosas como hortaliza, hortensia… Aprendí que un huerto es
mucho más que un trozo de tierra con comida, que la naturaleza y por ende la
vida, tiene tiempos muy precisos. Todo tiene su momento y si este pasa, hay que dejarlo. Porque intentar retenerlo o cerrar los
ojos y no verlo es reiniciar la locura. Volverá.
Ahora es tiempo de frío. Siembro, cuido, recojo lo que toca
y no lo veo; lo miro, lo huelo, lo como y no lo digiero sin mirar, como antes
con todo. Lo asimilo.